Y la mano del robot se hizo sutil y delicada gracias a la fabricación aditiva
Cuando nuestro cliente nos pidió que industrializáramos esta pieza y estudiamos su especial morfología, comprendimos inmediatamente que íbamos a tener un problema para que el robot la retirara de su molde: podría dañarla. Pero creamos una pieza específica en 3D y conseguimos con ella una solución rápida, eficaz y muy simple. Esta es la historia.
La pieza que nuestro cliente deseaba que industrializáramos en ABS inyectado tiene una morfología muy especial. A pesar de ello, la fase de producción propiamente dicha no presentaba ningún problema para nosotros. Donde sí detectamos rápidamente una dificultad era en el momento de extraerla del molde. Habitualmente la tarea la realiza un brazo robotizado que extiende su mano para la extracción; pero en este caso la operación iba a ser difícil por la escasa superficie que presenta la pieza. ¿El problema? que las ventosas que se suelen utilizar para ello no podían acceder a la superficie de la pieza recién moldeada; y la otra opción habitual, la de utilizar unas pinzas, podría suponer dañar el polímero aún caliente.
Una solución más rápida, más eficaz y más sencilla
Llegados a este punto, la respuesta habitual habría sido rediseñar la mano del robot. Es decir: repensar el acceso al producto elaborado, pedir nuevas piezas para construir la herramienta y reprogramar el conjunto que (casi seguro) multiplicaría el número de movimientos del equipo automatizado.
Pero cuando este desafío estuvo sobre la mesa ya teníamos suficiente experiencia en la fabricación aditiva y dimos con una solución diferente y más sencilla: se imprimió un elemento que se adaptaba a la geometría de la pieza fabricada y se añadió a la mano robotizada. Después, provocando un efecto Venturi, se podía succionar la pieza con una presión uniforme en toda su superficie. Sin daños para el producto elaborado. Todo sencillo y sutil.
Respuestas rápidas y a medida de cada proyecto
Esta mano de robot, que es una solución híbrida (piezas mecánicas estándar unidas a un material fabricado en 3D a medida), muestra cómo se pueden resolver problemas de automatización. Pero es posible ir más allá y diseñar para cada proyecto manos robóticas específicas con todos los mecanismos necesarios, incluyendo muelles, pinzas o ventosas. Porque las ventajas son muchas:
- Con diseños adecuados a cada proyecto se pueden reducir los movimientos de los brazos robóticos, aumentando su vida útil.
- Con el uso del polipropileno reducimos el peso de la mano y, con ello, mejoramos el rendimiento del conjunto automatizado.
- Podemos aplicar cambios y/o correcciones sobre el conjunto en plazos muy breves.
- Se pueden fabricar varias manos en el mismo encargo y contar ya con repuestos.
Lo que tenemos claro es que, con una herramienta como la fabricación aditiva, la imaginación se dispara y las soluciones se aceleran.
Foto1: Nuestra solución en 3D / Foto2: la mano de robot híbrida / Foto3: la mano con la pieza extraída